Entradas populares

jueves, 19 de mayo de 2011

Último empujón

Soy el tipo de persona de las cuales muchas veces necesita que alguien le de un último empujón para hacer ciertas cosas, aveces no me sale por iniciativa propia. Debo rectificar eso, ya no soy un niño.
Mi vida, desde hace año y medio, cambió por completo. Me fuí a vivir con mi padre, antes vivía con mi madre y su marido (al cual estoy orgulloso de llamarlo: papa)
El motivo por el cual me fuí a vivir con mi padre de sangre, fué él. No quiere decir esto que le guarde rencor, todo lo contrario, le sigo queriendo como si de un padre natural se tratara. Gracias a él me podido permitir hacer muchas cosas en mi infancia, incluso tengo el privilegio de poder decir que he estado en Disney Land París, tener una Playstatión, una game boy y toda serie de artimañas y juguetes que un niño de entre 10-16 años desearia poseer. Pero uno se hace mayor y cada vez se da más cuénta de lo que son las cosas y de como es la gente que te rodea, no por ello quiere decir que sea todo malo, no.
Él y yo no somos precisamente uña y carne, como aquel que dice, pero me ha estado cuidando desde los 5 años y cariño se le coje a una persona si ha estado por ti durante tanto tiempo. ¿Qué pasa cuando dos imanes se intentan juntar con el mismo polo? que se repelen, eso es lo que me empezó a pasar cuando ya era consciente de la vida que me esperaba si queria vivír bajo su mismo techo. Toda persona tiene sus ''más'' y sus ''menos'', no hay ser humano que sea perfecto. Pues bien, como es lógico me gustaban todos sus ''pros'' pero fueron las ''contras'' las que me llevaron a tomar la decisión de irme a vivir con mi viejo, el de sangre.
Aqui estoy, 20 de mayo del 2011, desde el mes de enero que no he vuelto a hablar con él, y no porque no quiera, sino porque necesito que alguien me de ese último empujón para llamarlo y preguntarle como está o como le va todo, pero hay una fuerza invisible que hace que por algún motivo no lo haga. Quizá sean los malos momentos que pasé con él, quizá sea su caracter fuerte, mi poca fuerza de voluntad o el poco interés que muestro en hacer una simple llamada, no lo sé.
Solo sé una cosa, que me lo sigo queriendo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario